En la Ciudad de la Habana, las autoridades gubernamentales atribuyen la falta de agua, a la sequía reinante. Pero la población reconoce, que en mucho se debe a la tremenda negligencia de los gobernantes, que han descuidado durante muchos años, la reconstrucción y reparación de las redes de distribución, al igual que las del alcantarillado y las pluviales. La situación es perentoria y para colmo, las pocas veces que se distribuye agua, a las zonas más críticas de la capital, como son, Centro Habana y la Habana Vieja, se utiliza la fuerza de gravedad. Según los directivos de “Aguas de la Habana”, este método se utiliza para ahorrar petróleo. Este modo de distribución, impide que el agua llegue a los lugares más altos de la ciudad, mientras se despilfarran miles de toneladas del oro negro, en cuestiones estériles e inútiles.
Conversando con uno de los dirigentes de este organismo, me expresó, que con el agua que se distribuía por las redes de la Capital, se abastecerían dos ciudades como la Habana. Pero es mucho lo que se despilfarra o se vota, por los salideros y por las cañerías rotas. Por ejemplo, en la zona donde vivo, hace más de veinte días que no llega el agua y amenaza con extenderse al mes. Las pipas resultan insuficientes o se prestan para el negocio de la venta de agua y a precios prohibitivos para la mayoría de la población necesitada.
La irritación de la gente, llega a las discusiones y los altercados, en los edificios donde el agua, escasea. Supe de una bronca a machetazos entre dos vecinos de un barrio cercano, los que se provocaron heridas graves. Ya estamos en verano, un tiempo donde el consumo de agua, va en aumento, con la etapa de las vacaciones escolares y del sofocante calor.
Los que estamos locos por que la población cubana, explote de una vez, vemos el estallido social en cada esquina y con esto de los alzamientos en el mundo árabe, tratamos de adivinar cuál será el pretexto para el reventón y el momento en que se producirá. Creo que la suma de situaciones dentro de Cuba nos va acercando a ese momento culminante, en el que Raúl y su cohorte, salgan como “bola por tronera” como expresa el dicho popular, al igual que los tiranos árabes y esperemos que la primera escala en sus lujosos aviones, las hagan en lugares, como Venezuela y la segunda, por lo menos en Corea del Norte, allá bien lejos, junto a Kim Jon IL y su otro séquito, todos juntos y unidos, por la causa tiránica.
Decía el tirano por sustitución reglamentaria, que a pesar de cumplir los ochentas y aunque él lo preferiría, no se podía retirar. Ese es uno de los colmos, más cínicos, del cinismo cotidiano, ya mucho más cercano al fascismo y mire que ellos han colmado, todos los colmos. Quien le habrá dicho, al General, que los cubanos deseamos su presencia, ni su abyecta tiranía, ni el putrefacto gobierno, que el mismo desgobierna. No se dará por enterado, de que el pueblo ha rebautizado el programa de Amauri Pérez en la televisión, con el sugestivo nombre de: “Con dos que se mueran, basta”.
Según informaciones recientes, el tirano yemení, Alí Abdalá Saleh, huyó herido, a la Arabia Saudita y aunque dice que regresará, pocos esperan que se atreva a hacerlo. Por otro lado Moammar al Kadaffi, sigue pegado, al borde mismo del abismo, hasta con los dientes, pero al final, caerá en el.
Muy a colación, sobre el asunto de las intervenciones militares. Fidel Castro emplazó en varias ocasiones al “Tratado de Varsovia”, para que interviniera en tierras de América, llegado el caso de una “agresión imperialista”. Específicamente sugirió la intrusión del tratado, ante una agresión militar contra el Perú o contra Cuba, en tiempos en que se instauró una dictadura militar comunista, encabezada por Juan Velasco Alvarado, allá por el año de 1968, cuando el aplaudía la intervención militar en Checoslovaquia. Esta dictadura militar peruana, fue fabricada, por el propio Fidel Castro. En esos golpes militares, donde participaba un grupo de sus expertos, encabezado por Manuel Piñeiro Lozada, aleas “Barba Roja” y algunos otros más. En este caso participó además, Dariel Alarcón Ramírez, aleas Benigno en la guerrilla del Che, según el mismo cuenta.
Yo me pregunto ahora, si podríamos solicitar, utilizando la misma lógica de Fidel Castro, la intervención militar de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ante un levantamiento popular en nuestras tierras, entre las que podría aparecer Cuba, porque si el derrotado Tratado de Varsovia, se dedicaba a reinstalar, a defenestrados tiranos prohijados de dictaduras comunistas. La victoriosa OTAN que derrotó al comunismo europeo, debiera liberar con toda lógica y la mejor intención, a los sojuzgados pueblos víctimas de la opresión comunista y de los tiranos, de América.
Héctor Julio Cedeño Negrín Periodista Independiente de Cuba.
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