Este artículo de Yosvani Anzardo Hernández, publicado en Cubanet, de no ser por la trágica situación de los cubanos de la isla, yo lo hallaría simpático. Los que conocemos como informan los medios bajo el sistema totalitario, sabemos que es una realidad aplastante lo que se expresa en él. Creo que cualquier ciudad de Cuba emula con Macondo, la ciudad donde se desarrolló la trama de la novela "Cien Años de Soledad". La realidad cubana de estos tiempos es simplemente alucinante.
- Radio SG
HOLGUÍN, Cuba, julio (www.cubanet.org) - En Cuba ocurren cosas celestiales. En mi pueblo, por ejemplo, hay una emisora de radio llamada Radio SG. La voz del azúcar. De más está decir que es estatal, y como todas, parece que sus locutores viven un mundo paralelo al nuestro.
Una locutora suele decir. "Este programa es para usted amigo conductor, que en estos momentos pasea en su auto por las calles de nuestra ciudad". Es como para desternillarse de la risa, porque los que conocen San Germán saben que no es una ciudad, son los contados los que tienen autos, y ninguno tiene radio.
Se trata de una zona agrícola, y sin embargo, lo único que se consigue, ahora mismo, es tomate .Y ahí va la despistada locutora, Yordanka Casanova. "Elabore una comida rápida y fácil de hacer. Arroz con mariscos, sazonado con una copa de vino". Es como para encabronarse, porque el comercial no da risa. El público piensa que Yordanka se está burlando. Y así por el estilo, lo mismo anuncia la eminente llegada de Cristo, que el fin de nuestras penurias con un milagro agrícola que llegará gracias al enfoque dialectico-materialista de la revolución.
En ocasiones suben y bajan, como cuando se hizo pública la receta del dulce de avellana. "Usted raya o muele las avellanas, las pone en agua hirviendo, le agrega azúcar al gusto, y ya está. Si no tiene avellanas puede sustituirla por cocos". Haberlo dicho antes, digo yo, que nunca he visto una avellana, pero sí he comido dulce de coco.
Estas cosas ocurren diariamente, y no significa que la emisora no sea de utilidad social. Tienen una sección utilitaria en la que anuncian. "Se vende radio receptor marca VEF, en buen estado. Los interesados pueden localizar a Alan Brito en calle 30 final, La canoa, detrás de Luisito el mago".
El locutor Ernesto Suárez celebró el cumpleaños de Ariadna, la estomatóloga, una de las mujeres más respetables del pueblo, con nada más y nada menos que la canción Pobre diabla; y a los viejitos del hogar de ancianos con Cavaste tú tumba. Estos trabajadores radiales no son malos, pero tienen que hacer un esfuerzo extraordinario para no reflejar la realidad que vive el pueblo.
Ahora están divulgando los nombres de las personas que deben dinero al banco por los viejos equipos y ollas de cocina, vendidos por el Estado hace un tiempo, aclarando que estos morosos recibían ayuda del Seguro Social, y eso se acabó. “La situación económica de esta gente no es motivo para no pagar” –informa otro locutor.
Otro de los grandes problemas de San Germán es que el agua siempre anda perdida, aunque, según la gente de la radio, eco de la propaganda oficial, las próximas guerras se librarán por el dominio del agua, que Qatar y Francia la importan, y que en Japón no hay ni para echarse en un ojo.
La gente no confía en que un día se termine de construir el acueducto, porque sólo llevamos 20 años esperando, ¡y quisiéramos tantas cosas! Pero bueno, no hay para más. Vivir a Radio SG es la expresión fidedigna de que somos Cuba, aunque la emisora debiera adoptar este spot: Esta es Radio Cabuya, no dice nada, pero hace bulla.
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Hace 9 horas.
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