Por Ignacio Estrada Cepero/ Hablemos Press
Quemado de Güines.― La frase que hoy provoca este artículo, la escuché decir en días pasados en el hospital regional del municipio Sagua la Grande, provincia de Villa Clara.
En más de una ocasión la repitió hasta acaparar la atención una de las personas hospitalizadas, al percatarse de la alimentación que el hospital ofrecía a cada uno de sus pacientes. Lo que les pretendían ofertar como sustancia o sopa era, nada más y nada menos que un sorbo de agua con algunos granos de arroz dentro, el arroz podía ser comparado con lo que muchos nombran fango y como proteína unas rebanadas de plátanos que pretendía que se vieran como fritos.
Muchos de los presentes la apoyaron haciendo un gesto con sus cabezas, pero nadie tuvo el valor de acompañar la queja ante los directivos de guardia de ese día. Las pantristas en turno explican que ellas solo entregan a cada persona lo que el dietista del hospital y la administración ponen en la oferta del día, una de las pantristas repetía una y más veces…esta candela a mi no me toca... lo que narro no es nada, para otros comentarios como los que se pueden escuchar a diario por quienes reciben asistencia médica en este centro que se extiende a los municipios de Corralillo, Quemado de Güines, Cifuentes y sagua la Grande.
Estando cuidando a un familiar el pasado domingo 10 de octubre vi morir a una anciana por negligencias médicas y presencié como uno de los galenos maltrataba verbalmente a la acompañante de la fallecida por, esta no contestar la pregunta que él le formulaba. La anciana falleció entrada la madrugada, pacientes y acompañantes que acudieron a los gritos llegaron primero en auxilio que el mismo personal médico y paramédico, todos los profesionales dormían, otros deambulaban por otras salas y una de las enfermeras hacia compañía a su prometido que también estaba de guardia.
Un solo enfermero permanecía en sala y este se turbóa nte el caso, por tener poca experiencia, ni los signos vitales pudieron tomar. Desconozco el nombre de la fallecida pero ante las circunstancias merece descansar en paz, mientras quienes permitieron su muerte merecen ser plasmados en este artículo.
Si fueranos a seguir haciendo referencia al hospital “Mártires del 9 de Abril” habría mucho de qué hablar, desde el pésimo estado constructivo del inmueble, en cuanto a carpintería, redes eléctricas e hidráulicas, filtraciones, falta de seguridad, mala higiene, la carencia de alimentos, escasos recursos para la atención a casos de urgencias médicas y estos soló por citar ejemplo a gran escala.
En días pasados José Ramón Machado Ventura primer vicepresidente del Consejo de Estado cubano recorrió centros de salud de la provincia villaclareña, elogiando a los directivos de salud de esta provincia exhortándolos a continuar tan preciada labor. Palabras que no reflejaban al hospital de Sagua por este no ser parte de su recorrido.
Como periodistas, no debemos emitir nuestros criterios pero, temo en esta ocasión coincidir con la persona que exigía el cierre del hospital, y no temería gritar a una sola voz “Hay que cerrar este Hospital Coño”
haitianizacion de cuba
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