La periodista chilena Angélica Mora ha publicado estas denuncias que desde las prisiones de Cuba hacen un grupo de presioneros que residían fuera de Cuba al momento de su detención. A ellos se les han fabricado diversas causas para mantenerlos encerrados y condenarlos arbitrariamente. La represión y las falta de garantías individuales hacen que la isla sea un lugar peligroso a visitar. Hoy son ellos, mañana podrías ser tú.
LLAMADO
“Llamado a la comunidad de exiliados cubanos, a sus líderes y representantes”La Habana, Cuba. 7 de abril de 2010.
De los cubanoamericanos encerrados en la prisión Valle Grande.
Estimados compatriotas:
Miles de cubanos viajan anualmente a territorio de EEUU, y ninguno corre el riesgo de ser encarcelado sin motivos ni de que los tribunales americanos lo procesen y condenen en juicios amañados carentes de garantías jurídicas. Tampoco esos cubanos son víctimas del robo de sus bienes personales y de la extorsión a manos de los funcionarios de la Aduana o Emigración americana. Todo lo contrario ocurre en Cuba, donde los exiliados sufrimos esas y otras dramáticas situaciones cuando viajamos para visitar a muestras familias.
Conocemos bien que nuestras remesas familiares constituyen un determinante renglón de entrada de divisas para la maltrecha economía cubana. Además ese aporte monetario resulta de significativa importancia en el sostenimiento del régimen castrista. No complacido el gobierno de los castros con el beneficio de esas sumas millonarias de ganancia neta, demuestran el desprecio y el odio que les inspiramos los exiliados cubanos aplicándole un 20 por ciento de gravamen a cada dólar que ingresamos en la Isla.
Los abajo firmantes denunciamos a la opinión pública mundial que en Cuba el gobierno sostiene una cacería de brujas con los exiliados que visitan el país. Decenas de cubanoamericanos estamos presos en las cárceles de la Isla sin haber cometido delito. Las trampas y artilugios para encerrarnos son muchos. Nuestros testimonios sirven de evidencia.
-Jesús Alexis Gómez Marques:
Llevo preso 8 meses en Cuba y todavía no me han presentado ante un tribunal. Me acusan del delito de cohecho por darle propina a un empleado que cargó mis maletas cuando llegué al aeropuerto de la Habana. Enfrento una sanción de 2 a 5 años de privación de libertad. Durante mi confinamiento he sufrido frecuentes amenazas, intimidaciones y maltratos de los carceleros. Hace tres meses recibí una golpiza como castigo por manifestarme contrario al gobierno de los castros. No he cometido delito, soy inocente.
-Enrique Paneque Garrido:
Fui encarcelado hace 6 meses tras un teatro que orquestó la propia policía cubana para robarme mis prendas. Primero unos desconocidos me abordaron en la calle y me suplicaron que los ayudara comprándoles 360 cuc a menos precio que lo que cuestan en las CADECAS (casas de cambio de moneda). Pasados un par de días la policía realizó un registro sorpresivo en casa de mi mamá y “descubrieron” que cuatro billetes de a 20 cuc de los que le compré a los desconocidos eran falsos. Lo curioso es que en ningún momento llegué a utilizar ese dinero en establecimiento alguno. Durante el registro de la policía desaparecieron mis prendas, las que están valoradas en 6 mil dólares y no volví a recuperarlas. A pesar de esas irregularidades estoy acusado de falsificación de monedas y puedo ser condenado de 4 a 10 años de privación de libertad. Aún no me han presentado ante un tribunal. Me declaro inocente de delito.
-Arnaldo Current Rodríguez:
De regreso a Miami me arrestaron en el aeropuerto de la Habana, porque llevaba conmigo algunas deterioradas prendas de oro que le compré a dos personas que viven en el barrio de mi familia. Durante la investigación la policía confirmó que las prendas no eran robadas ni procedían de algún negocio ilegal. Su valor total fue tasado en 3 500 dólares. Ya llevo 2 meses preso y no me han realizado juicio. Estoy acusado de contrabando, lo que equivale a una condena de 1 a 3 años de privación de libertad.
-Reynaldo Bermudes Solís:
Me arrestaron hace 8 meses al llegar al aeropuerto de la Habana, porque los aduaneros detectaron que eran falsos los 2 mil cuc que traía en mi bolso, los que compré a una señora en Miami. No conozco de billetes y sólo compré ese dinero porque me lo ofrecieron a menos precio de lo que cuestan en Cuba. Me hicieron juicio hace 2 meses y la fiscal pidió que me condenen a 6 años de privación de libertad. Ahora estoy pendiente de que el tribunal dicte sentencia definitiva. Me acusan de falsificación de monedas, jamás he falsificado moneda alguna y mi declaración es que soy inocente.
También están los testimonios de otros cubanoamericanos, entre ellos:
-Osmel Mustelier:
Viajó a Cuba para someterse a tratamiento de rehabilitación para recuperarse de la operación de columna que le hicieron en Miami. Le compró a un joven un billete de 50 cuc y cuando fue a pagar en una tienda resultó que el billete era falso. Lo apresaron y registraron la casa donde estaba parando y su ordenador personal. Aunque la policía confirmó que no tenía otros billetes falsos y que lo habían estafado, lo enviaron para la prisión acusado de falsificación de moneda. En la cárcel se complicó su situación de salud y casi está invalido. Lo soltaron al cabo de 7 meses y aún espera detenido en Cuba para que lo presenten ante un tribunal.
-Jorge Vidal:
Compró en Miami 500 cuc que resultaron falsos. Lo arrestaron en Cuba cuando pagó combustible con ese dinero. Lleva 9 meses preso, acusado de falsificación de monedas y no lo han presentado ante un tribunal. Enfrenta una condena de 4 a 10 años de privación de libertad. No ha podido contratar un abogado defensor porque no cuenta con el dinero que cuesta la tarifa de sus servicios.
Además de nosotros, hay otros 8 o 10 exiliados recluidos en la prisión Valle Grande. Son decenas los que en la actualidad están presos en las cárceles de Cuba. Todos somos encerrados junto a criminales y delincuentes, muchos de ellos peligrosos, y hasta con enajenados mentales. Las condiciones de reclusión dentro de las cárceles son deplorables. Casi no existe la atención médica, el régimen disciplinario se basa en los maltratos cotidianos de los carceleros, la comida es pésima, la falta de higiene resulta total y el contacto con la familia es escaso. No se brinda asistencia religiosa. Los exiliados estamos obligados a pagar los abogados de la defensa en divisas, a precios que oscilan entre 2 500 y 5 mil cuc. Los abogados reconocen que pueden hacer poco o nada por nosotros, ya que nuestras situaciones son manejadas directamente por la policía política y los tribunales no tienen competencia real en esos casos.
Desde las prisiones de Cuba alertamos a todos los exiliados para que tengan conciencia de los peligros que afrontan al viajar a la Isla, lo que puede costarles su libertad y traerles otras lamentables consecuencias.
Llamamos a la comunidad de exiliados cubanos a que interrumpan sus viajes a Cuba hasta que el gobierno de los castros se comprometa a respetar los derechos que tenemos como ciudadanos, y que de garantías de que los exiliados recibiremos en Cuba el mismo trato respetuoso que se les brinda a los cubanos que viajan a los EEUU.
Le pedimos a los líderes y representantes del exilio cubano que interceda ante el gobierno de Obama para que se interese en buscarle solución a la arbitraría situación que estamos sufriendo en Cuba los exiliados que viajamos a visitar nuestros familiares, y que pida cuentas al gobierno de los Castros por esos injustificables hechos.
Exigimos al gobierno de Cuba nuestra inmediata liberación y el cese del maltrato y los atropellos contra los exiliados cubanos.
Prisión Valle Grande, La Habana, Cuba.
Cubanoamericanos presos arbitrariamente:
Jesús Alexis Gómez Marques
Reynaldo Bermudes Solís
Enrique Paneque Garrido
Armando Current Rodríguez
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