martes, 8 de septiembre de 2009

La manipulación y explotación de los médicos cubanos.

La Habana

El Gobierno de Cuba envió hoy a Ecuador a 174 colaboradores médicos para diagnosticar a personas con discapacidades en ese país, como parte de los programas de cooperación bilateral, informaron medios oficiales.
La delegación incluye a genetistas, sicopedagogos, neurofisiólogos, neuropediatras y otorrinolaringólogos, entre otros especialistas, con el objetivo de buscar y atender a discapacitados auditivos, visuales, mentales, intelectuales y físico-motores.
Un primer grupo con 62 médicos cubanos inició este estudio en julio pasado en las provincias ecuatorianas de Cotopaxi y Carchi como parte de la "Misión Solidaria Manuela Espejo''.
En Cotopaxi fueron diagnosticados más de 11.000 personas con distintos tipos de discapacidades, y otras 4.200 lo fueron en Carchi.
La próxima etapa del estudio, que se realizó anteriormente en Cuba y Venezuela, tendrá lugar en la provincia ecuatoriana de Esmeralda.
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He aquí la noticia. Cómo es posible con el déficit que tiene Cuba de servicios médicos dentro del país? La respuesta muy simple. Al Gobierno tirano no les importa las necesidades de su pueblo. Ante todo está su manipulación y su explotación. La manipulación porque ante los ojos del mundo que no conoce el calvario por la que atraviesa la población en la Isla, donde faltan los médicos en los consultorios, policlínicos y hospitales, resulta una noticia bien recibida por  la ciudadanía ecuatoriana y  servirá para "apologizar la bondad de la Revolución Cubana y a los Castros". La parte de la explotación es obvia, ya es conocida por muchos,  porque son miles los profesionales de la salud que han pasado por esto. Los médicos no podrán viajar con sus familiares, esposas o esposos, hijos. No, las familias deberán quedar como rehenes en la Isla, por si acaso, para reducir la posibilidades de que escapen hacia la libertad y recibirán un estipendio miserable, que cada uno de los doctores guardará con celo para cubrir ciertas necesidades propias y de sus familiares al regreso al país, pero que la mayor parte del pago por los servicios pasarán a las arcas de los Castros.

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