Un joven de 18 años de edad que se encontraba en el servicio militar obligatorio murió en Cuba por causas desconocidas, después de pasar más de un mes bajo intenso escrutinio médico, al parecer con todos los recursos disponibles. El suceso es difícil de explicar en un país cuyo gobierno se vanagloria de ser una potencia médica.
La muerte por una enfermedad que no se puede combatir es dolorosa pero lógica. La muerte por un mal que no se puede diagnosticar o cuyo diagnóstico se oculta es otro asunto.
O en Cuba la medicina, incluso en los altos niveles no es de tan alta calidad como se cree. O el encubrimiento de la muerte de Dayron es un “secreto de estado”.
Una grabación de video hecha por la Red de Comunicadores Comunitarios a la madre de Dayron, Bárbara Ramos Vank, revela detalles preocupantes.
En el minuto 7:57 del primer video, la madre dice que su hijo fue enviado a un silo* húmedo en una unidad militar a mover unas cargas tan pesadas que tenían que cargarlas entre tres muchachos. Que su hijo no tenía ni guantes, ni careta ni botas.
¿Que se puede guardar en un silo militar bajo tierra que exija usar guantes, máscara y botas? ¿Armas bacteriológicas, gases venenosos?
La madre dice que Dayron se sintió mal casi inmediatamente después de aquel momento y que otro muchacho, hijo de un militar oriental, también murió.
No hacen falta guantes, máscaras y botas para protegerse de ratones, murciélagos y de la humedad. Ni para mover explosivos, que no se guardan en lugares húmedos.
Durante más de un mes a Dayron le diagnosticaron muchas cosas equivocadas y fue operado dos veces. A pesar de no ingerir alimentos, sus diarreas eran continuas, su estómago se le inflamó muchísimo y al final vomitaba lo que la madre describe como un excremento.
Cuando exigió al director del Hospital Hermanos Amejeiras el resultado de los estudios, este fue esquivo y grosero. Le dijo que ni él sabia de que bacteria había muerto su hijo.
Su visita al Consejo de Estado no tuvo mejor recepción, ni resultados. Finalmente en el hospital le entregaron un informe que no indica la razón de la muerte.
Bárbara Ramos denuncia en los últimos diez minutos finales del segundo video que la juventud en Cuba no tiene posibilidades y está frustrada. Denuncia los privilegios y la corrupción de los funcionarios.
Asegura que ninguno de los hijos de los jerarcas ha hecho el servicio militar obligatorio, que ella no sabe que Fidelito lo hiciera. En un momento comenta de maniobras “diabólicas” y en otro dice que en Cuba todo se resuelve acusando de contrarrevolucionario al que protesta.
Reclama que nunca había sido interceptada por la policía en la calle hasta después de la muerte de su hijo.
Lamentamos su dolor, que asegura sufrirá hasta después de su propia muerte.
*“El Silo” bajo tierra, mientras pasaba su Servicio Militar Obligatorio, en la Unidad Militar 7577 ubicada en el poblado de Managua.
NOTA: El blog de la Red de Comunicadores Comunitarios, ha puesto al descubierto la trama y el drama de este caso. Mérito de Martha Beatriz Roque y el comunicador comunitario Yuri Valle Roca, que entrevistó a Bárbara Ramos y publicó la entrevista en el blog el pasado 8 de marzo.
Tomado del Blog Patria Pueblo y Libertad de Huber Matos Araluce
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Hace 9 horas.
Querida Lori, lo publique hace dias, pero en tu honor lo vuelvo a colgar en mi blog,
ResponderBorrarcariños