SANTIAGO DE CUBA, 07 de enero, 2010 - La emprende la Seguridad del Estado en Santiago de Cuba contra los integrantes de la Agencia de Prensa Libre Oriental por el reportaje aparecido en su sitio web: www.aplopress.com, sobre una niña vestida de uniforme pidiendo limosnas en el Parque Céspedes, en la víspera de la Fiesta de la Bandera.
El pasado lunes 4 de enero, la Seguridad del Estado, interceptó al Director de nuestra Agencia APLO, Juan Carlos Hernández, a la salida de la Universidad de Oriente y luego fue trasladado a una de las instalaciones de la Seguridad del Estado ubicada en Porfirio Valiente (Calvario) entre Santa Lucía y San Basilio en esta ciudad.
Luego de un breve interrogatorio fue liberado y citado para ese mismo día 4 de enero a las 7:00 PM en las Oficinas de Enfrentamiento de la Policía Política. Allí fue amenazado y responsabilizado como Director de la Agencia por la aparición del artículo en la Internet. Los oficiales lo cuestionaron, alegando la gran repercusión internacional que habían tendido esas imágenes y por tanto lo responsabilizaban directamente con las consecuencias que eso se derivaran.
Algo que también lo molestó mucho, según Juan Carlos, fue la vinculación con los hechos que hace en su narrativa la periodista Evelyn Ramos con Roberto Álvarez Solano, presidente del Poder Popular Municipal, aquí en Santiago de Cuba.
Luego de mostrarle en una computadora el articulo de marras, le prohibieron salir del municipio mientras no se aclare quién y como se envió el articulo hacia el exterior. Juan Carlos le aclaró que cada periodista de la Agencia busca la forma de enviar los trabajos por su vía y se responsabiliza con el contenido de los mismos.
Esta fue la niña que en horas de la noche, aún con su uniforme escolar puesto, se encontraba en un parque santiaguero donde esperaba por la misericordia de un turista que le comprara una soda y así mitigar su hambre, mientras su mamá se encontraba trabajando.
Tristemente son muchos los niños en todas las latitudes del mundo que se encuentran sumidos en un estado de pobreza deplorable, pero en Cuba por estos tiempos son muchos los niños que pululan en las calles detrás de turistas para obtener de ellos algunas migajas para como en este caso beber un refresco. La gran contradicción es que la Revolución de 1959 se hizo entre otras promesas -según sus líderes- para eliminar el abandono de niños y elevar su nivel de vida.
La periodista independiente Evelyn Ramos, de la Agencia Oriental de Periodistas Independientes de Cuba, escribió este artículo que a continuación les mostramos y por el cual esta Agencia de Prensa estó siendo acosada por la Seguridad del Estado Castrista.
Periodista Independiente
evelynramosl@yahoo.com SANTIAGO DE CUBA, 1 de enero, 2010 - www.aplopress.com) La Fiesta de la Bandera, que consiste en izar la bandera en el Ayuntamiento santiaguero, una tradición que inició el patriota Emilio Bacardí Moreau hace más de 100 años. Sin embargo, por esas raras contradicciones del destino, desde hace más de 50 años la han convertido en el objetivo y propósito de saludar el “triunfo” de la Revolución Cubana.
Aunque la prensa escrita y radial se ha encargado de resaltar los logros alcanzados, la realidad es otra. Esa realidad que salta a la vista y que muchos prefieren ignorar. En la víspera de la Fiesta de la Bandera, por esa curiosidad típica del ser humano, me dirigí al Parque Céspedes y me situé justo donde hoy se encuentra la sede de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Como ya empezaba a anochecer, me llamó la atención una niña vestida de uniforme a esa hora (algo que no es raro) tratando de congraciarse con una turista extranjera. A la distancia no lograba determinar el lenguaje de comunicación, pero por los gestos de la niña, podía deducir que la conminaba a que le comprara algo de comer o tomar. Luego las vi marcharse juntas por el parque con rumbo desconocido.
Un rato más tarde encontré la niña sentada en uno de los bancos del parque, degustando su botín. No pude impedir la curiosidad y le pregunté: ¿Niña qué haces aquí a estas horas? Y su respuesta me dolió más todavía “mi mama está trabajando y no hay nada de comer en mi casa”. Y le insistí ¿Por qué estás con el uniforme, mira como lo tienes manchado de grasa? Y respondió “porque no tengo más en mi casa”.
Mi angustia se acrecentó, cuando vi llegar en su auto, a Roberto Álvarez Solano, presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, a quien ahora le han dado por llamar el Alcalde, quien felicitó a algunos los santiagueros presentes, pero no tuvo ojos, para ver a Teresa (así me dijo que se llamaba la niña), a esta niña, que en su inocencia no comprende que en su letanía este hombre dice trabajar mucho para el bienestar de todos.
Llegó el día esperado, el advenimiento de un nuevo año, con festejos, además del Parque Cespedes, en las intersecciones de Trocha y Carretera del Morro, Martí y San Pedro, Ferreiro y otros barrios más, para con música y bebidas, mitigar el hambre, que también Teresa, augura para el nuevo año.
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