jueves, 3 de septiembre de 2009

Desaparece el Café.


En alguna ocasión me consideré una persona libre de vicios, pasaron algunos segundos cuando rectifiqué, no es así, yo tomo café desde que nací cuando mis padres mojaban someramente mi biberón en una taza de café calentico y dulce, desde entonces no he podido prescindir de él. No entiendo levantarme en las mañanas sin poner mi cafetera a funcionar, así que cuando escuché la noticia desde Cuba dada por un periodista independiente en una emisora de radio local, los pelos se me pusieron de puntas. El café de la bolsa negra ha desaparecido en Cuba. La policía del régimen se volcó tras la persecusión de los que traían el aromático grano desde las montañas, para venderlo en las ciudades en este mercado que es el más socorrido por la población cubana.

Después de digerir la noticia, recordé isofacto el tiempo que vivimos allá y el sufrimiento que causaba en mi madre que alguien nos visitara y no tener para brindarle una tacita de café , costumbre de casi todas las familias cubanas de las generaciones de mis abuelos. Y es que los cubanos dentro de la Isla han perdido todo vestigio de buenas costumbres o tradiciones , dadas las condiciones deprimentes a que ese sistema mantiene sometido a sus habitantes. Con una cartilla de racionamiento a lo largo de cincuenta años, donde 8 onzas de café debe durarle a una persona para la vida de todo un mes, la verdad que si no se comprara una librita de café en grano mezclada con algunos chícharos tostados a la hora de molerlo, lo mejor sería olvidarte que el café existe.

El régimen necesita que los campesinos que cosechan el café le entreguen toda la recogida, porque el café en el mercado internacional se cotiza a muy buen precio, el no puede perderse esta tajada. A cada rato vemos la marca Cubitas en algún mercado del sur de Miami, y con los mismos precios que pagamos por las marcas de cafés reconocidas por los cubanos, que no nos privamos de los frijoles negros, los platanos maduritos fritos y menos aún del buen café cubano, degustado con satisfacción hasta por muchos latinoamericanos que nos hacen compañía por Miami.

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2 comentarios:

  1. Otra amargura mas para el cubano, que ni siquiera tiene el alivio de una reconfortante taza de cafe a mano!

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  2. Lori.
    He leido la noticia de que el gobierno castrista va a tener que importar café para el consumo nacional.
    Todo lo han acabado.

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